Un día conduciendo bajo la lluvia, con un tráfico imposible y divagando en los laberintos de mis pensamientos soñé una locura, algo impensable. Me imaginé a todos nuestros candidatos sentados en una mesa redonda descubriendo y visualizando que podrían hacer para sacar a nuestro país adelante. Era una conversación llena de pasión y energía donde surgía un mundo de posibilidades para la construcción, reinvención y reformulación de estrategias para estar unidos hacia un propósito común: “lograr de nuestro país el mejor lugar del mundo para ser felices, servir, amar y dejar un legado”, como diría un gran autor del Management S. Covey.
Fue una conversación donde pudieron reconocerse y aceptarse en sus diferencias, respetándose sin juicios y apreciando las mejores ofertas que cada uno podía aportar para un futuro sostenible. Se escuchaban unos a otros, dejando egos, envidias, resentimiento, luchas de poder y sembrando ideas poderosas, innovadoras, disruptivas, abriendo sus corazones y despejando su mente, para trabajar en equipo y unidos con un solo propósito. Los veía sonriendo y conversando de forma curiosa, asombrosa y con la determinación para lograr de nuestro país el mejor del mundo.
En medio de esa alocada y divertida conversación uno de ellos dijo: ¿qué pasaría si pusiéramos sobre la mesa todas nuestras fortalezas y mejores propuestas, dejáramos todos, nuestras candidaturas y diferencias a un lado y definiéramos quién sería el mejor líder para nuestro país con las competencias de un Nelson Mandela para unirnos a pesar de las diferencias, de un Gandhi para ser el cambio que todos queremos ver, de la Madre Teresa de Calcuta para trabajar por los menos favorecidos con humildad y servicio, Jesucristo para que nos amemos unos a otros, de un Martin Luther king para trabajar por la igualdad de derechos por una sociedad más justa, libre y equitativa donde todos cabemos.
Y de pronto alguien sugirió que tal si entre nosotros proponemos el CANDIDATO para liderar el futuro de nuestro país, por su talentos y capacidades, escojamos entre todas las propuestas una propuesta única de gobierno que sea el resultado de lo mejor de cada propuesta y que las escojamos porque pensamos que son las mejores para el corto, el mediano y el largo plazo, que de verdad pudiéramos desarmar los corazones y nos dieran el ejemplo a todos de que la unión hace la fuerza y de que unidos podemos lograr lo impensable donde hay un ganar-ganar para todos, con una construcción de un futuro promisorio, y de acuerdo al potencial de cada uno de los candidatos eligieran los ministros que acompañarían a ese candidato, que definieran claramente los roles y donde el trabajo en equipo, el liderazgo y la comunicación fueran los pilares de ese gabinete, que pudieran construir desde las diferencias y se enfocaran en avanzar juntos.
Que salieran por todos los medios de comunicación y unidos de la mano, nos contaran su propuesta, poniéndose al servicio de nuestro país por un mundo mejor. ¿Qué dirías tú? ¿Cual sería tu reacción? Que cambiarías en la percepción de estos seres humanos que humildemente nos dicen amamos a nuestro país y por él queremos hacer esto por todos ustedes, somos sus servidores. ¿Que cambiaría en los juicios que tienes de todos los candidatos?, ¿cómo te sentirías?. Creo que en mi caso diría SI, le apuesto a esa propuesta, de verdad habría paz, y lograríamos mucho de lo que nuestros candidatos quieren pero desde la proyección de un equipo inteligente, desde la unión, la compasión, el perdón, la reconciliación, la reestructuración de relaciones. Que increíble sería ese país para mis hijos y nietos, sería un ejemplo de verdad de la misión que vinimos a cumplir en este planeta, para servirle y dejarle la mejor versión de todos nosotros, sería una huella imborrable, algo para no creer, creo que cambiaríamos el mundo!
¿Será esto posible? ¿Te imaginas cómo todo cambiaría?
Dame tu opinión
Jimena Fajardo Maldonado
MCC by ICF
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